Nunca el tiempo será suficiente para conocer a alguien, pero situaciones puntuales generadas en contactos informales y desprevenidos abren un mundo de información que sorprende y maravilla.
Como un premio del destino llegó Dorita a mi vida, apareció de la nada en el momento preciso, llena de cualidades y virtudes, cercana, como si toda la vida hubiera estado en silencio esperando la oportunidad para presentarse. Con el correr de los días encontré una profesional exitosa en diversas áreas, con una facilidad y entusiasmo especiales para migrar y para crecer sin límites en cada una de la tareas emprendidas, la que un día era abogada, además era decoradora, psicóloga, experta en marketing, yogui y también escritora.
Al hablar con ella, su alta capacidad de escucha, su deseo de servir y sus palabras sencillas, inducen a entrar a un mundo mas humano, donde la razón y los valores abren las puertas al crecimiento personal, a las cosas simples y a mostrarnos que somos seres en evolución, comprometidos con la construcción de nuestro mundo de tranquilidad y de felicidad.
Al leerla, sus vivencias, sus conocimientos y su ánimo de compartirlos abiertamente, la convierten en una escritora, locuaz, amena, envolvente, respaldada por una claridad, una serenidad y una paz contagiosas que atrapan e impulsan a cuestionarnos y a comprometernos con nosotros mismos.
Su sencillez, claridad, coherencia, convicción, desinterés y entrega son cualidades que la engrandecen y la valorizan ante las personas que hemos tenido la oportunidad de tenerla cerca.